Los docentes
que ahora nos encontramos en nuestra actividad profesional, tenemos como
herramienta útil la tecnología. Pero ¿que tanto se aplica la tecnología
en nuestras actividades cotidianas en el aula?, las herramientas virtuales
pueden ser de mucha utilidad en el campo de la educación, desde los
aplicativos para desarrollar tareas sencillas como sopas de letras,
crucigramas, mapas mentales, hasta las plataformas elaboradas de educación, a
través de las cuales, podemos desarrollar todo tipo de programas
académicos (ahora hasta maestrías), todo esto ayuda a desempeñar
mejor nuestras actividades académicas, ya que a los chicos les gusta más el
manejo de la tecnología y al aplicarlos las clases, se pueden desarrollar
cosas muy interesante, como por ejemplo, las comunicaciones por las redes
sociales con los estudiantes a través de grupos en Facebook o en
whatsapp, o las app que pueden descargar desde su computador para
desarrollas actividades académicas, si ellos aman el uso de su celular
y restringirlas el uso en clase es una tarea muy difícil, porque no
utilizar esta herramienta para el desarrollo de sus actividades académicas.
Es evidente que para
lograr que esto suceda con efectividad, se deben tener muy claros los
roles que debemos desempeñar los docentes, dejar a un lado los antiguos
paradigmas de la educación y empezar por prepararnos para el uso adecuado
de las nuevas tecnologías.
¿Si a los niños les
encanta la virtualidad en sus tareas cotidianas, es posible que esa virtualidad
la apliquen a sus quehaceres académicos? A mi manera de ver las
cosas, por supuesto, el uso del computador, de Internet, de hacerse
creadores e investigadores despierta un interés particular en los niños,
permitiéndonos a los docentes ser formadores y acompañantes de su conocimiento.
Es necesario que se
realice mayor inversión en las tecnologías que se manejan en los colegios,
preparar a los niños adecuadamente, para que ellos desarrollen de la mejor
manera sus conocimientos y no se quedes atrás de tantas tecnologías
que cada día se desarrollan, y de la misma manera los docentes se preparen y
apliquen todos sus conocimientos al acompañamiento de los niños en su formación
aplicando las tecnologías de la información y la comunicación.
A pesar de que la
mayoría de mis clases son presenciales, he tenido la oportunidad de
trabajar haciendo uso de ambientes virtuales como moodle o
blackboard, lo cual ha sido una gran experiencias, ya que los
aprendices hacen mejor uso de las herramientas de internet, no solo
buscadores y navegadores, sino también herramientas para la
elaboración de herramientas, posdcast, para descargar videos etc.
Igualmente,
promueve la autodisciplina, ya que es el alumno el que debe aprender a manejar
su tiempo, cuanto le va a dedicar a sus estudios realmente, no como en el
aula presencial, donde es una imposición la permanencia en el salón.
A manera personal,
siento que al ser un aprendiente virtual, no solo estoy llenándome de
conocimientos, sino experimentando lo que mis estudiantes pueden vivir a
futuro, así que puedo retroalimentar mi experiencia, para corregir mis
falencias y mejorar las fortalezas.